lunes, 14 de noviembre de 2011

Dungeon Master: El RPG va al teatro.

En mi reciente visita al Strategicon Gateway 2011 tuve la suerte de andar husmeando en el momento exacto en el lugar exacto, ya que por nuestro caminar cruzó un tipo alto, aproximadamente unos 1.95 metros de altura, con una capa negra, pesada. El tipo volteó a vernos y nos invitó al evento con cierta seriedad, y aunque no comprendimos exactamente a qué se refería, decidimos aceptar la invitación.

El lugar estaba lleno, era una pequeña sala de conferencias que en nada tenía las características de un teatro que permiten ambientar, sin embargo en una hilera de sillas justo frente al "escenario" podían verse un montón de props que me intrigaban. Las miradas expectantes parecían saber exactamente a lo que iban, yo no. Finalmente, después de unos minutos se para alguien frente a nosotros y nos da la bienvenida a la experiencia de role play "DUNGEON MASTER", en donde los actores forman parte del setting y participantes del público son los personajes principales. Esto se hace posible con la ayuda de un actor principal, quien da vida a un personaje de la aventura y sirve como vinculo entre los participantes y la historia, sin embargo, es imposible para el solo registrar y cuidar de los detalles y congruencia de la historia, es por eso que echan mano del apoyo de un overseer, quien actúa como un dios, decide, arbitra y hasta califica los hechizos o spells que los participantes tienen que crear con la condición de que estos sean en forma de rima con el resultado que se espera de su uso.

Las reglas son básicas, no se preocupan por manejar horas y hojas y hojas de estadísticas y números de cada personaje, sino que se concentra en las habilidades básicas de cada raza y clase, sin entrar en detalles. La idea, aparentemente, es dejar que cada participante desarrolle su personaje dentro de los confines de sus características, y eso es lo que enriquece la situación, la impredictibilidad de los participantes. La única función del overseer es la de arbitrar las acciones de los personajes, ya que la narrativa descansa completamente en los personajes preestablecidos e interpretados por actores profesionales.

Las criaturas y personajes que llevan la historia suelen estar bien armados, elegantes caricaturas de villanos demenciales, ogros devoradores de ratas o secuaces sometidos; todos bien dibujados con detalles memorables, algunos infantiles, otros seductores y otros simplemente tontazos, pero todos con algo que aportar a la historia, aunque sean errores.

Al finalizar la historia, algunos de los personajes han muerto y algunos de ellos han resucitado, pero la historia llega a su fin de manera satisfactoria y, con ayuda del overseer, de manera congruente.

Como espectador la experiencia es interesante, divertida y puede llegar a tentar la idea de participar y gritar algunos hechizos, pero el aplaudir, vitorear y abuchear hace que se sienta interactivo... y seguro para aquellos que no nos gusta el escenario. La mayoría de los presentes estaban familiarizados con el evento, y como mencioné anteriormente, yo ni idea tenia de lo que pasaba y aquel alto tipo no fue muy claro, sin embargo, agradezco su invitación porque fue una experiencia muy agradable.

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